¿Cuál nadaismo?

Todistas, eso nos toco ser de jóvenes en los dosmil. Porque  nuestra rebelión no es contra la cuna de oro en qué nacimos, sino contra todo: la resistencia, el teatro, el mar; hay que tener conversaciones apasionadas con el mar, y arrullos de mar, para arremeter contra todo llenos de profundidad, llenos de naturaleza renovadora.

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